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Siguiendo con el tema de las peleas de escolares en la calle. Algunos jóvenes estudiantes me han comentado que las autoridades escolares no pueden hacer mucho al respecto, ya que estas peleas suceden fuera del plantel.

Peleas callejeras

Estando afuera, si las peleas molestan a los vecinos, estos llaman a una patrulla; pero el incidente se vuelve a repetir día con día a pesar de las quejas, las juntas, las pláticas con la escuela y los padres de familia.

Desde cierto punto de vista sí, la escuela no puede hacer mucho si sus estudiantes se pelean afuera del plantel; pero recordemos que toda pelea empieza con alguna agresión dentro del colegio. Evitar este tipo de agresiones es entonces responsabilidad de la escuela.

Ahora bien, las riñas callejeras constituyen (en México, D.F.) una falta cívica castigada con una multa, un arresto o trabajo comunitario. Cualquiera que sea mayor de 11 años puede ser remitido al juez cívico si transgrede la Ley de Cultura Cívica.

Para proceder legalmente no se necesita intervención policíaca, aunque si la policía interviene en el momento del hecho no se necesitan más pruebas para dictar la sentencia.

En caso de que la policía no intervenga, el particular puede levantar su queja directamente con el juez cívico siempre y cuando cuente con los datos de los infractores (nombre y domicilio) y las pruebas correspondientes: fotos, video, testigos, etc.

De manera que sí es posible hacer algo respecto a la violencia en las escuelas, aún cuando esta trascienda al exterior. Recordemos además que toda invasión de espacio público se considera una agresión directa al entorno urbano y sus transeúntes.

Por último, quiero hacer del conocimiento público, que esta situación de riñas callejeras la he presenciado directamente entre estudiantes de la Escuela Secundaria No. 13 "Enrique C. Olivares". Los comentarios aquí vertidos surgen en parte por las quejas recibidas de jóvenes del plantel y padres de familia.


Esta semana, cuando iba por mis peques a la escuela, me tocó ver una pelea entre dos estudiantes de secundaria con sus respectivos testigos animando a los alumnos a "matarse a golpes".

Peleas de estudiantes

Evidentemente no me iba a quedar mirando como dos muchachos se golpeaban mutuamente, así que te intervine y los envié a casa.

Lo que más me sorprende de esta situación, es que no sólo había estudiantes entre los testigos, había una buena cantidad de adultos (por lo menos unos veinte) entre los que destacan: trabajadores de una construcción, transeúntes, vecinos de la cuadra. Y ninguno hizo absolutamente nada por detener la pelea.

Cuando conté el suceso hubo varias reacciones:

-¿En serio te metiste? ¿Y no te golpearon? Que valiente...

-¿Paraste la pelea? Que ridícula, ¿o sea que tú vas a ser de esas viejitas regañonas?

-Claro que los trabajadores no iban a parar la pelea, ellos se estaban divirtiendo. Lo peor de todo es que esos chamacos sólo se pelean por tonterías.

Primero que nada, creo que a todos se les olvida que eran menores de edad golpeándose, todos menores de 15 años y prácticamente unos niños. Bastaba con que un adulto -el que sea- pusiera un límite para corregir su conducta; y sin embargo nadie intervino, porque se cree que son cosas sin importancia: "tonterías".

Segundo, muchas personas creen que por ser una "tontería", la persona que se preocupa de esos sucesos está exagerando y si interviene la consideran ridícula; pero no dirían lo mismo si supieran que es su hijo a quien están golpeando, o el que está golpeando a otro chico, o si fuera su hija "animando" a un par de muchachos a pelearse a puñetazos por ella.

Sin importar lo que la mayoría de las personas piensa, intervine por dos razones:

1. Porque no es correcto que dos jóvenes resuelvan sus diferencias a puñetazos, ni que nos quedemos observando como agreden a nuestro prójimo sin hacer nada.

2. Porque no quiero que en un futuro, sean mis hijos los que estén en esa situación sirviendo de diversión ajena e intimidando a todo el que se cruza en el camino.

Aún así, mucha gente sigue pensando que un joven tarde o temprano tendrá pelearse a golpes para demostrar su valentía y su hombría. Lo terrible de esta enseñanza es que el estudiante que la aprende la aplica después para todo en la vida: golpear al jefe, a los hijos, a la esposa...

Educar a los jóvenes sin violencia es responsabilidad de todos. No hay pretexto para permitir o alentar los golpes.


¿Qué puede hacer el centro educativo al momento de detectar un caso de acoso escolar?



acoso escolar

Si la institución detecta un caso de acoso escolar, puede seguir las siguientes indicaciones, son sugerencias que han funcionado en otros planteles:

1. El director de la escuela deberá citar al alumno acosado y a su familia, para conocer la gravedad del caso.

2. Citar al acosador y su familia para evaluar la gravedad del caso(nunca confrontar con el estudiante agredido).

3. Convocar al equipo docente para exponer la situación y pedir su colaboración en las medidas a tomar.

4. Iniciar un procedimiento legal en caso de ser necesario.

5. Dejar constancia por escrito del acoso escolar, lugares donde ocurre y datos de los implicados.

6. Establecer vigilancia para el acosador.

7. Cambiar de grupo a la víctima o al acosador según las circunstancias.

8. Abrir un expediente para el acosador y condicionar su estancia en el centro escolar.

9. Realizar platicas y ejercicios de convivencia entre los grupos escolares para analizar el caso y erradicar conductas violentas.


Para frenar la violencia en las escuelas, es necesario implementar un plan de acción que implique toda una reforma en la enseñanza y organización de la escuela. Esta reforma debe desarrollar la empatía en los alumnos.

Empatía

La empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, y comprender los sentimientos de los demás.

Cuando los profesores y alumnos desarrollan empatía hacia los demás, la violencia y la agresión se eliminan automáticamente.

Para eliminar la violencia en las escuelas, no es suficiente con aplicar medidas correctivas, sobretodo cuando ya se tiene un caso de acoso escolar. Es obligatorio modificar el trato de los miembros de la comunidad escolar, incluyendo a los profesores y personal administrativo. Lo cual significa, que la empatía no sólo es una habilidad que deban aprender los alumnos, sino el personas escolar también, para lo cual es necesario el compromiso de las autoridades escolares para lograr esta meta.

Cuando decimos que la educación que impartan los profesores debe ser empática, queremos decir que se deben tomar en cuenta los sentimientos de los alumnos y no sólo sus calificaciones.

Generalmente en la educación tradicional se le da mucho peso a la parte académica, lo demás se considera como problema personal del alumno. En este tipo de educación no se le da ninguna importancia al ánimo del alumno, ni si tiene problemas en casa o con otros estudiantes; lo que importa es la calificación que obtiene en un examen o trabajo. Lo cual también da cabida a estereotipos como el del "consentido del maestro" cuando se habla de niños que siempre sacan buenas calificaciones.

Este tipo de ambientes son propicios para la violencia, tanto entre compañeros como de los profesores hacia los estudiantes. Por lo tanto es necesario que el maestro, en vez de ser una autoridad académica, se convierta en un guía (en todos los sentidos) para el estudiante. Ser guía significa ser un modelo a seguir, un ejemplo no sólo con respecto a la disciplina, sino al trato hacia mi prójimo.

Los espacios fuera del aula también tienen su importancia, deben ser considerados lugares de convivencia entre todo el personal escolar, no sólo los alumnos. La escuela debe funcionar como una comunidad, no sólo como un lugar en donde los estudiantes van a sentarse a una banca para escuchar instrucciones. Por supuesto, los padres de familia deben estar involucrados y colaborar con la escuela.


El fenómeno de bullying tiene consecuencias para todos: la víctima, el agresor y también los testigos.

testigos

En la víctima encontramos que su equilibrio emocional se puede romper tanto que los agredidos pueden llegar al suicidio. De los agresores, sabemos que en un futuro probablemente conviertan la delincuencia en su forma de vida; pero de los testigos poco se dice.

En general se piensa que los testigos pasan "sin pena ni gloria", puesto que ellos no son los agresores ni tampoco los agredidos, se cree que el problema no tiene consecuencias para ellos.

Sin embargo, el acoso escolar también tiene repercusiones para los testigos:

1. Los testigos acaban valorando la agresión y la violencia como forma de éxito social. Muchos de ellos piensan que la víctima se merece las agresiones por no "defenderse" (es decir golpear y ganar al agresor), y en su vida adulta tendrán pensamientos similares ante los problemas de otros. Lo que constituye una ausencia de solidaridad con su comunidad, y un riesgo para el tejido social.

2. Los testigos sufren un proceso de "desensibilización" ante los continuos episodios de sufrimiento. Es decir que normalizan la violencia, y comienzan a pensar que "no es para tanto"; simplemente la dejan pasar, lo cual traspasan a otros ámbitos de su vida, como la familia por ejemplo.

3. El entorno social se vuelve vulnerable e incapaz de reaccionar ante los actos de violencia.

Para ejemplificar, hace algunas semanas comentaron en este blog sobre el caso de un chica cuyos compañeros utilizaban el sitio web "La jaula" para insultar y denigrar a sus compañeros de escuela, cosa que traspasaron al mundo escolar con agresiones físicas y verbales directas. Aunque la joven no era molestada ni agredida, sí era observadora.

Desafortundamente ella se sentía completamente incapaz de hacer algo por los compañeros de clase acosados, y no avisó a las autoridades escolares; sin embargo le contó todo a su madre, quien tomó la decisión de sacarla del plantel.

El sentimiento de impotencia frente a la violencia, impide que el problema se resuelva de fondo, aún cuando se tomen medidas paliativas como cambiar a los estudiantes de grupo o escuela.


Urgente!!

La organización GENDES A.C. (Género y Desarrollo)en México, D.F., busca voluntario/a.

se busca voluntario urgente para asociación civil

De cualquier edad, con escolaridad de preparatoria, que viva en zona cercana a la col. Roma o con facilidad de transportarse. Con un equipo de computo disponible, para involucrarse en un proyecto de investigación sobre redes de amistad y violencia en jóvenes.

La participación consiste en la captura de datos, actualización de la base, y la posibilidad de realizar otras actividades en el desarrollo de la investigación.
Se otorgará constancia de participación y el reconocimiento oficial en la publicación final.

Sí estás interesadx, favor de contactar a Ignacio Lozano en el correo: ignacio@gendes.org.mx

Como dato adicional, Gendes A.C. es un colectivo pro relaciones igualitarias libres de violencia. Me parece que es un estupendo proyecto el que inician, ojalá puedan encontrar un interesado pronto.


Quizá una de las cuestiones más graves que se obvian cuando se habla de bullying y acoso escolar, son las consecuencias que se presentan... para el propio agresor.

delincuentes juveniles

Recordemos que los agresores son niños a final de cuentas, pequeños seres humanos que están en una época de formación en sus vidas y que están aprendiendo que todo lo pueden conseguir por medio de la fuerza y la intimidación.

No sólo son agresivos y contestatarios con sus compañeros de clase, sino también lo son con las propias autoridades escolares.

Al no tener ningún respeto por la autoridad, excepto por aquella que le puede ganar en fuerza, estarán retando continuamente los límites sociales.

Un agresor u acosador, tiene muchas probabilidades de convertirse en un delincuente en el futuro, además de desarrollar varias adicciones. Se convierte en problema para él mismo y para la sociedad, todo porque nadie lo detuvo durante su infancia o juventud.

El destino de los agresores es poco discutido, y si las consecuencias son graves para las víctimas no lo son menos para los acosadores.

Cuando las autoridades minimizan el problema del abuso escolar, no sólo dejan desvalidas a las víctimas, sino que también están promoviendo la creación de futuros delincuentes que acabarán en las cárceles por robo u homicidio, sólo porque nadie le puso un límite.